Beatrice Ávalos, Premio Nacional de Educación: “La escuela se está rearmando y quien lidera este proceso es toda la comunidad escolar”

04 de Septiembre de 2023
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En entrevista con Revista Educación, la investigadora del CIAE analiza el impacto de la pandemia en la educación.

Su mirada sobre lo que está ocurriendo en la educación en Chile y el mundo es clara y contundente, resultado de años de experiencias e investigación en el área. Junto con destacar que el país, con su Plan de Reactivación Educativa, está en sintonía con las orientaciones que surgen a nivel mundial sobre cómo enfrentar los problemas por la pérdida de aprendizajes a causa de la pandemia, la Premio Nacional de Educación, profesora e investigadora del CIAE, Beatrice Ávalos, plantea su confianza en las y los profesores para abordar los desafíos que mostraron los resultados del Simce 2022: “Son áreas muy concretas en las que los docentes van a tener que trabajar bastante, pero no es muy distinto en términos de resultados anteriores”.

Asimismo, enfatiza la necesidad de que la escuela hoy sea el lugar donde los docentes revivan la educación y reencanten a sus alumnos con la enseñanza. Y en ese contexto, apunta a un trabajo más cercano con ellos, implementando talleres para que puedan intercambiar sus experiencias, lo que les ha resultado más efectivo en la enseñanza de la lectura y de las matemáticas.

¿Cómo ve el panorama de la educación chilena hoy? ¿Cómo estamos en relación con otros países?

Es una pregunta amplia, pero diría que después de la pandemia hay una gran cantidad de países que ha sufrido efectos en su sistema escolar y, por lo tanto, las comparaciones son difíciles en el sentido estricto de la palabra. De una u otra forma, la pandemia ha retrasado en muchos países el aprendizaje, los logros educacionales. Quisiera distinguir entre el período prepandemia y el post pandemia.

Respecto del período inmediatamente anterior a la pandemia, me senté a revisar los datos de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), particularmente la publicación “Education at a Glance” de 2019. Ahí, Chile se ubicaba por debajo del promedio de los países de la OCDE en varios indicadores, pero en otros estaba en el promedio. Por ejemplo, en lo que se refiere -esto me pareció interesante- a la transición desde la educación media a la educación técnica, estábamos por encima del promedio de la OCDE, o sea, Chile iba adelante, teníamos una buena transición respecto de los jóvenes de 15 a 24 años que entraban a la educación terciaria técnico profesional. En cuanto a la educación preescolar, en niños de 3 a 5 años, nuestro país se ubicó por debajo del promedio de la OCDE en el año 2017, no estábamos llegando a la cantidad de niños de esa edad. Aun así, nos encontrábamos mejor que otros países de América Latina como Argentina, Colombia y Costa Rica. Y respecto de la equidad de género en egresados de la educación media, también estábamos levemente debajo del promedio de los países de la OCDE, pero por encima del promedio de la tasa de graduación en educación media. Entonces, podemos decir que ese tiempo tuvimos altos y bajos, áreas que debíamos mejorar versus otras en que podíamos sentirnos algo satisfechos.

¿Qué pasó luego de la pandemia?

Disminuyeron los niveles de asistencia escolar en casi todos los países. En el primer semestre de este año, en Chile tuvimos un 88% de asistencia en las escuelas y liceos, es decir, hubo un aumento respecto de la época de pandemia. Obviamente no es un indicador bueno en términos absolutos, de lo que uno quiere que el sistema escolar propicie, es decir, una asistencia de 100%. He estado mirando los datos y se advierte que los Servicios Locales de Educación Pública (SLEP) han estado trabajando duro en aumentar la asistencia promedio; la mitad de estos SLEP están reportando asistencia de alrededor del 90%. Yo creo que estamos caminando, avanzando, en mejorar la asistencia, pero hay que fortalecer esto, trabajar más para lograr por lo menos alrededor del 98% o 99% de asistencia, que es deseable. Y en relación a otros países, el panorama hoy día es el siguiente: no estamos por debajo de muchos de los países de América Latina, al contrario, estamos mejor que varios de ellos; estamos bien en algunos indicadores de la OCDE, pero por debajo de lo deseable en otros.

¿Cuál es su análisis frente a los resultados del Simce 2022? Más allá de esos resultados, ¿se agudizaron las brechas de aprendizaje?

Cada vez que se publican los resultados Simce, hay mucha gente que rasga vestiduras y dice que pasó algo terrible en una u otra área de aprendizaje. Los resultados 2022 no me parecieron muy distintos a los de años anteriores, pero hubo -y se ha destacado en la prensa- baja en los resultados de matemática de 4º básico y II medio, especialmente en el caso de las mujeres. Y eso obviamente preocupa.

¿A qué puede deberse que el deterioro haya sido mayor en matemática y en las mujeres? ¿Cuál es la lectura que Ud. hace al respecto?

En matemática, hay evidencia de que las clases presenciales son esenciales y la falta de ellas durante la pandemia, probablemente retrasó los aprendizajes. ¿Por qué? Porque los profesores no pudieron darse cuenta a través de la pantalla si sus estudiantes comprendían bien o no la materia, y qué era exactamente lo que no estaban entendiendo. Es más difícil hacer la pregunta precisa, aquella que ayuda a captar por qué una niña que está sentada allá no entiende versus otro que está acá. Por otro lado, en lectura de 4º básico no me pareció que hubiese una baja significativa en relación a pruebas anteriores. Se mantiene la brecha entre hombres y mujeres, y esa brecha no es muy distinta a la situación en 2017 y 2018. En cambio, en 2° medio los hombres bajan en lectura. Así que tenemos mujeres con problemas de aprendizaje en matemática y hombres que no están desarrollando la capacidad de lectura. Nuevamente, creo que el efecto de la clase a distancia puede haber sido fuerte, pues tampoco permite una observación cercana frente a las dificultades en lectura, lo que es necesario para entender cuáles son esos problemas. Son áreas muy concretas en las que los docentes van a tener que trabajar bastante, pero no es muy distinto en términos de resultados anteriores.

¿Qué es lo que más le llamó la atención de los resultados del Simce 2022?

Los indicadores de autoestima y de motivación escolar. Ahí se ve claramente el efecto de la pandemia. Por ejemplo, respecto de la frase “me siento discriminado por mi personalidad”, en 4º básico el 22% se sentía identificado con esa situación en 2017, y en 2022 esa cifra aumentó al 27%. En 2°medio, en tanto, el 24% se sentía discriminado por su personalidad en 2017 y en 2022, el 31%. Eso es bastante preocupante. O sea, no se sienten bien en la escuela y eso obviamente afecta la asistencia. Es complicado porque no hay mucha explicación de por qué se sienten discriminados. ¿Acaso los docentes, los profesores y profesoras están actuando con una actitud de esas características o son los compañeros quienes lo están haciendo? Lo más probable es que las relaciones sociales que tienen lugar dentro de la escuela se deterioraron como efecto de no estar en contacto durante el tiempo de pandemia.

Lea la entrevista completa en la Revista de Educación.


Fuente: Revista de Educación

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