La creatividad es una de las múltiples habilidades del siglo XXI, competencias y capacidades que son consideradas esenciales para la vida, el trabajo y la participación ciudadana, entre otras. Y Chile tiene el desafío de seguir incorporándola al currículo escolar, tal como quedó demostrado hace algunos días con los resultados de PISA sobre pensamiento creativo, donde si bien las y los estudiantes chilenos se posicionan por sobre el promedio de los países participantes, están levemente por debajo de la OCDE.
En este contexto, el pasado 26 de junio, la iniciativa ARPA (Activando la Resolución de Problemas en las Aulas), en colaboración con el CIAE y el CMM de la Universidad de Chile, presentaron los resultados de un proyecto Fondef que permitió la creación de un nuevo modelo para el desarrollo de este tipo de habilidades del siglo XXI en la escuela, particularmente la comunicación, pensamiento crítico y la creatividad.
A lo largo del día, se discutió qué habilidades requieren las y los estudiantes hoy, cómo enseñarlas, medirlas y visualizarlas en el trabajo de aula y escuela. El evento contó con la participación de destacados conferencistas, incluyendo a Diane Halpern, psicóloga de la Universidad de Pennsylvania y doctora de la Universidad de Cincinnati; Gino Cortez, secretario ejecutivo de la Agencia de Calidad de la Educación; Leonor Varas, directora del DEMRE; y Patricio Meller, académico de Ingeniería Industrial de la U. de Chile.
“Necesitamos que las habilidades de nuestros estudiantes no sean replicables fácilmente a través de las máquinas y prepararlos para que en el futuro sus habilidades siempre sean necesarias”, señaló la profesora Halpern, quien inauguró el seminario con una conferencia magistral. En este sentido, mencionó que para el 2025 entre las habilidades más valoradas por los empleadores estarán el pensamiento crítico así como el análisis y la resolución de problemas. ¿Cómo enseñarlas? Halpern mencionó que la iniciativa ARPA está avanzando en esa dirección, involucrando a las y los estudiantes activamente en el proceso de aprendizaje, a través del trabajo en grupos aleatorios, la resolución de problemas del mundo real, entre otros.
La propuesta de ARPA-Escuela para el siglo XXI
El director de la iniciativa ARPA e investigador del CIAE, Patricio Felmer, presentó el trabajo que ha estado realizando el equipo como parte del proyecto Fondef. Se trata de una propuesta para la escuela del siglo XXI, que pone al ser humano en el centro y sus relaciones con sus pares para desarrollar conocimientos y habilidades. ARPA- Escuela y su enfoque de habilidades permite tener una propuesta pedagógica de desarrollo profesional docente a nivel de escuela. “Ahora contamos con un modelo de desarrollo profesional para la escuela en su conjunto, es decir, directivos, programa PIE y docentes de las cuatro principales áreas disciplinares: Matemática, Lenguaje, Ciencias Naturales y Ciencias Sociales”, explicó Felmer.
¿Cómo se evalúan estas habilidades? El equipo del proyecto logró construir una rúbrica que permite evaluar habilidades de comunicación, creatividad y pensamiento crítico de manera transversal en estas asignaturas, así como el desarrollo de una batería de instrumentos para pesquisar los cambios en estudiantes en cuanto a sus habilidades, conocimientos y aprendizajes.
“Nos propusimos crear un modelo para evaluar ARPA-Escuela y pensamos que desarrollamos una herramienta original para evaluar estas habilidades de manera transversal, consideramos que seleccionamos de manera exitosa los instrumentos y ya tener esta batería que funciona es muy interesante”, explicó Patricio Cabello, investigador del CIAE y parte del equipo que desarrolla el proyecto.
Según explicó Cabello, “ARPA debería lograr que estas habilidades se generen de manera común y transversal en las cuatro asignaturas. Por ahora, lo que está ocurriendo es que estas habilidades se agrupan de manera más clara en Lenguaje, Historia y Ciencias, mientras que Matemáticas aparece en otro espacio”.
Al respecto, Natalia Ruiz, investigadora y monitora de ARPA matemática, explicó que para construir la rúbrica de matemáticas se identificaron y seleccionaron habilidades desarrolladas mediante la Resolución de Problemas, vinculándolas con habilidades del siglo XXI. Este cruce de información permitió crear las dimensiones e indicadores que se utilizaron para evaluar las soluciones de los estudiantes cuando resuelven problemas matemáticos.
Evaluación de habilidades para el siglo XXI
Sobre cómo se proyecta la medición de estas habilidades a mayor escala, los asistentes al seminario coincidieron en que se trata de un gran desafío. Gino Cortez, director ejecutivo de la Agencia de Calidad de la Educación señaló que “requerimos pensar en cómo invertir en nuevos focos y mecanismos de evaluación que nos permitan adoptar nuevas pedagogías, tecnología, empoderamiento de docentes y directivos, a través de la mejora de habilidades e innovación pedagógica”. En este sentido, agregó que han habido avances: “En el año 2015-2016, hicimos el esfuerzo de incorporar evaluación formativa, progresiva, luego después de la pandemia integramos la prueba DIA como un esfuerzo de ir satisfaciendo con información en distintos niveles”.
Por su parte, la directora del DEMRE, Leonor Varas, se refirió a los retos de introducir este tipo de habilidades en las pruebas para ingresar a la universidad: “Tenemos muchas restricciones porque la prueba chilena es de altísimas consecuencias. Tenemos que tener cuidado de que aquello que preguntemos sea justo y equitativo, ahí tiene que ser muy claro las habilidades que estamos incorporando y ellas son las del curriculum, porque eso es lo justo”.
Fuente: Comunicaciones CIAE